jueves, 2 de junio de 2016

Transmutación de la culpa


Sol al lado de Venus y Luna en Tauro. Cuánta energía Venusina hoy!
Una de las emociones que más daño le hace a nuestra Venus, es la culpa. Sentir culpa es no poder disfrutar. Sentir culpa es obrar desde esa emoción y no desde la autenticidad. Sentir culpa o general culpa en otros es un acto de manipulación. Fuimos criados en una sociedad que nos ha dicho que todo es "por mi culpa, por mi gran culpa" y había que golpearse en el pecho mientras repetíamos esa frase. Y quedó tan instalada que cuando algo "demasiado bueno" nos sucede, no podemos disfrutarlo porque sentimos culpa, y pensamos que debería llegar algo malo para compensar tanta alegría. Nos da culpa comer algo rico, por la dieta, comprarnos algo y darnos un placer, nos da culpa que nos vaya bien y compartirlo, por si a alguien le hace mal, nos da culpa un logro si el otro no ha llegado a esa meta. Nos da culpa salir a disfrutar si alguien cercano está enfermo, nos da culpa ser felices, estar bien y alegres, y pareciera que hay que justificar la alegría o el logro con algún comentario que compense y transmita esfuerzo, al estilo "sí, lo logré, pero no sabés lo que me costó". Y si no me costó? y si lo disfruté? Queda mal decirlo. Queda mal aceptar un halago, un regalo, un piropo, una felicitación, un obsequio, sin el humilde "no te hubieras molestado", cuando es algo hermoso que alguien haya pensado en nosotros, lo cual bien sabemos no es ninguna molestia. 
Es hora de dejar atrás la culpa instalada en nuestro ADN colectivo y social, transmitido transgeneracionalmente, es hora de re-educarnos a nosotros y dar un ejemplo de disfrute sano. 
Esta semana, que los disfrutes abunden, y que sean sin ninguna culpa. No sólo los grandes disfrutes sino también los pequeños. Busquemos disfrutes de calidad. No importa la cantidad. Un ratito al Sol, un café, un matecito con un libro, un beso, un abrazo, una sonrisa, un Gracias, y todo aquello que hace nuestros días más plenos. Buen Jueves!


por Julieta Suarez Valente Astróloga
Argentina

miércoles, 1 de junio de 2016

Reglas simples para comunicarte con un Manipulador


Los manipuladores tienen la habilidad de sembrar en nosotros el sentimiento de culpa, nos chantajean y mienten de forma descarada. Hacemos lo que ellos desean u ordenan aún si para eso debemos ir más allá de lo que nos es confortable, como si nuestra voluntad no existiera. En algunas ocasiones este juego puede durar años, envenenando la vida de quien es manipulado.
Para defenderte de este tipo de personas,  comparto algunas «leyes de seguridad» que fueron diseñadas por un experto en estrategias de comunicación y couch 

Recuerda tus derechos inalienables

  • Tienes derecho a ser respetado por otras personas.
  • Tienes derecho a expresar tus emociones, opiniones y deseos.
  • Tienes derecho a establecer tus prioridades.
  • Tienes derecho a decir «no» sin sentirte culpable.
  • Tienes derecho a recibir eso, por lo que has pagado.
  • Tienes derecho a expresar tus puntos de vista aunque sean diferentes de aquellos de los demás.
  • Tienes derecho a protegerte de amenazas físicas, morales y emocionales.
  • Tienes derecho a construir tu vida de acuerdo a tu propio concepto de felicidad.
Esas son los límites de tu espacio personal. Por supuesto, los manipuladores son tremendos infractores de nuestros límites, que no respetan y no reconocen nuestros derechos. Pero sólo nosotros mismos, y nadie más somos responsables por nuestras propias vidas.

Guarda la distancia

Durante la comunicación un manipulador cambiará constantemente su máscara: con una persona puede ser extremadamente educado mientras que con otro puede reaccionar con gran violencia y rudeza. En una situación se hará pasar por alguien indefenso mientras que en el otro dejará ver su lado agresivo. Si has notado que el carácter de alguien tiende a reflejar este tipo de extremos lo mejor que puedes hacer es guardar una distancia prudente de esa persona y no relacionarte con él o ella a menos que sea absolutamente necesario.
Lo más común es que las razones de un comportamiento así sean complejas y tengan sus raíces en la infancia. Corregir, educar o salvar al manipulador no es problema tuyo.

No te lo tomes a pecho

La tarea de un manipulador es jugar con tus debilidades. No es sorprendente que en presencia de alguien así empieces a sentir tu «incapacidad» e incluso intentes culparte por no obedecer las ordenes de esa persona. Identifica esas emociones y recuerda que el problema no está en tí. Están tratando de manipularte para hacer que sientas que no eres suficientemente bueno y por eso deberías estar dispuesto a subordinarte a la voluntad de alguien más, incluso renunciando así a tus propios derechos. Analiza tu relación con un manipulador respondiendo mentalmente las siguientes preguntas:
  • ¿Esta persona me demuestra un verdadero respeto?
  • ¿Qué tan bien fundamentadas están sus expectativas y peticiones?
  • ¿Qué tan equilibrada es la relación? ¿Quizá sea uno de los dos quien se esfuerza mientras el otro sólo recibe los beneficios?
  • ¿Me impide esta relación tener un buen trato conmigo mismo?
Las resputas a estas preguntas te ayudarán a entender de quién es el problema, si está en tí o en la otra persona.

Formúlale preguntas de prueba

Los manipuladores siempre intentarán abrumarte con sus solicitudes o peticiones, haciendo que te olvides de tí mismo y pases de plano a sus necesidades. Si el manipulador intenta ofenderte o refutar tus artumentos, cambia el foco de atención: de tí mismo a tu interlocutor. Formúlale algunas preguntas de prueba y te quedará más claro si esa persona tiene al menos algo de autocrítica y/o vergüenza.
  • «¿Te parece que lo que me pides es algo justo?»
  • «¿Te parece que esto es justo conmigo?»
  • «¿Puedo tener mi propia opinion al respecto?»
  • «¿Me lo estás preguntando o lo afirmas?»
  • «¿Qué recibo yo a cambio?»
  • «¿Realmente crees que yo .....( reformula la petición del manipulador)..?»
Hacer estas preguntas es como ponerle frente a sí un espejo, donde esa persona verá el «reflejo», la verdadera naturaleza de su petición.

Aún así, existe un tipo singular de personajes que ni se tomarán la molestia de escucharte e insistirán constantemente a su favor. En ese caso usa los siguientes consejos:

¡No te apresures!

Otra de las estrategias preferidas de un manipulador es forzarte a responder o actuar de inmediato. En una situación en la que el tiempo parece apremiar le es más fácil manipularte para conseguir lo que desea (en terminos de ventas, eso se llama «cerrar el trato»).
Si sientes que te están presionando no te apresures a tomar una decisión. Usa el factor tiempo a tu favor, quítale la posibilidad de coaccionar tu voluntad. Mantendrás el control de la situación con tan sólo decir «lo pensaré». ¡Son palabras muy efectivas! Tómate una pausa para analizar los pro y contra: determina si quieres seguir discutiendo al respecto o preferirías dar un «no» definitivo.

Aprende a decir «no»

El saber decir «no» es la parte más importante en el arte de la comunicación. Una negación clara te permite mantenerte inamovible en tu posición y mantener una buena relación con tu interlocutor (si las intenciones de este son sanas).
Recuerda que tienes todo el derecho a establecer tus prioridades, tienes derecho a decir «no» sin sentir por ello ningún tipo de culpa. Tienes derecho a elegir tu propio camino hacia la felicidad.

Cuéntale acerca de las consecuencias

En respuesta a una intromisión grosera en tu espacio personal y la negativa a aceptar tu «no», cuéntale al manipulador acerca de las consecuencias de sus acciones.
La capacidad de pronosticar y exponer convincentemente los posibles resultados es uno de los métodos más efectivos de truncar el juego del manipulador. Lo pondrá en un callejón sin salida, lo obligará a cambiar su actitud hacia tí o bien hara completamente evidente su plan, invalidándolo.

Defíendete de las burlas y ofensas

En ocasiones los manipuladores llegan a ofender o burlarse directamente, intentando asustar a sus víctimas o causarles algún tipo de sufrimiento. Lo más importante es recordar es que personas así se aferran de lo que creen que es una debilidad. Mientras seas pasivo y obediente serás serás un blanco fácil ante sus ojos. Lo curioso del asunto es que en la mayor parte de los casos, este tipo de personas son en realidad cobardes: tan pronto la víctima empieza a demostrar carácter y a defender sus derechos el manipulador se retira. Esta ley funciona en cualquier clase de sociedad ya sea la escuela, la familia o incluso el trabajo. Recuerda que no vale la pena entablar una pelea, basta con guardar la calma y dejar en claro tu posición.
Tal y como lo demuestran las investigaciones, muchos abusivos han sido, o son ellos mismos víctimas de abusos. Está claro que esta condición no justifica en ningún caso su comportamiento pero es importante recordarlo para responder a sus acciones con sangre fría y sin remordimiento alguno.

domingo, 29 de mayo de 2016

Marte en escorpio en retrogradación 2016


El último gran desafío de estos tiempos será lidiar con el reingreso de Marte en Escorpio en retrogradación. Estará retrocediendo hasta el 30 de junio y recién el 3 de agosto volverá a Sagitario, signo en donde comenzó la retrogradación.
El Guerrero debe retroceder a las cuevas, túneles y páramos para cerrar. Para concluir. Para acabar un capítulo que ya debe tener un final. Una puerta debe cerrarse para que otras puedan abrirse. 
Algo que no se cerró bien, debe concluir al fin, de una vez por todas. Un duelo no hecho, un cierre inconcluso. Será menester soltar, palabra clave en este aprendizaje y tramo del camino. Soltar una pérdida, una relación que ya no avanza, una vocación o trabajo estancado, una ausencia que aún pesa, viejos dolores o nudos. Todo debe transformarse, porque Marte, transitando Escorpio, pide reciclar, regenerar, transformar. Algo debe cambiar de forma para que haya inicios sanos, y algo debe terminar de ser para poder ser de otra manera. Tal vez, dentro de ese final, estamos nosotros, y una parte de nuestro ego o forma de ser, que ya es caduco. Ya hay partes que están obsoletas que deben reciclarse y ya es tiempo de soltar la piel vieja que pesa, y molesta y encima huele mal. Tiempo de regenerarnos en profundidad. Porqué? Porque la sombra de este tránsito, la sombra del Guerrero es la ira. Ira de querer y no poder. Ira de saber pero no aplicar. Ira de querer ser diferente pero no animarme. Entonces si sentimos ira, intentemos no proyectarla en el otro, no culpar al otro, porque volvemos a equivocarnos, y los cierres no se hacen. Las retrogradaciones son personales, internas, introspectivas. Evitemos echar la culpa o mirar hacia afuera en busca de chivos expiatorios. Eso prolongará el túnel y se volverá un laberinto sin salida, lleno de repeticiones. Hay que valientemente, ir hacia adelante con el cierre y soltar. Que la Fuerza nos Acompañe! La espada, símbolo del Guerrero y elemento del planeta Marte, nos servirá para cortar y dar cierre a lo que ya no pudo ser ni es. Duele. Pero así debe ser. Debemos permitirnos soltar para recomenzar. Otros capítulos nuevos deben escribirse. La fuerza no nos abandonará, esa fuerza en forma de tanto amor que hay en este Universo para nosotros. Porque aunque el tramo sea difícil nunca estamos solos. Avanti Guerreros y Guerreras, con su potente Luz iluminan cualquier oscuridad! Somos antorchas, y nadie podrá apagarnos. Juli -

Texto extraido de la Astrologa Julieta Suarez Valente (Argentina) - Gracias por compartir la sabiduria del universo - 

lunes, 28 de marzo de 2016

sábado, 19 de marzo de 2016

lunes, 14 de marzo de 2016

CARACTERÍSTICAS DE LAS PERSONAS CON DEPENDENCIA EMOCIONAL

Estar en pareja de una manera saludable, supone la capacidad de enamorarse y sostener una relación afectiva, íntima y continuada con otra persona, sin llegar a fusionarse. El problema de las personas con dependencia emocional es que sus identidades son tan frágiles, que sus límites se funden con los del otro, llegando a necesitarlo como una prolongación de su propio ser, no como un compañero o compañera de vida.


¿Por qué surge la dependencia emocional?
La mayoría de las veces, las personas con dependencia llevan arrastrando heridas emocionales de abandono y de rechazo desde la infancia. Fueron niños que crecieron con una sensación de soledad en su interior tan grande, que ahora nadie consigue llenar. La dependencia emocional no es sólo resultado de una baja autoestima; el problema es que el dependiente tiene tal vacío en su interior que es como un agujero negro que todo lo engulle, pues nadie puede darle el amor que no se tiene a si mismo (o misma).
El amor es un sentimiento muy potente, para el que estamos preparados desde que venimos a este mundo. Aprendemos lo que es el amor en la relación temprana de apego, y lo vamos moldeando a lo largo de toda la infancia y adolescencia. El amor en la pareja va a activar nuestras creencias sobre lo que podemos esperar de las personas y de las relaciones, nuestra propia forma de ser y estar en una relación, de cuidar y dejarnos cuidar (Holmes, 2011). Al enamorarnos, vamos a reproducir ese modelo de relación interno. Una persona dependiente suele ir a las relaciones de pareja con un modelo disfuncional y rígido, por necesidad más que por amor.


Síntomas de dependencia emocional
  • Baja autoestima: la autoestima es el sentimiento que tenemos hacia nosotros mismos. Del mismo modo que cuando quieres a alguien, le proteges y valoras, cuando te quieres a ti mismo, también. Si no te quieres, no te valoras, no puedes afrontar tus problemas y no soportarás pasar tiempo contigo mismo. La persona con dependencia no se quiere, por lo que va a buscar a alguien que pueda quererle, creyendo que así mejorarán las cosas. Pero no se dan cuenta de que el amor de otro, aunque es maravilloso, no puede sustituir el amor propio; y lo que es peor, no podrán dar lo que no tienen.

  • Prioridad de la pareja sobre todo lo demás: la persona dependiente pone a su pareja con encima de todo lo demás. A todos lados le sigue, es como su sombra. Es la exaltación del “por ti lo dejo todo”. Va dejando atrás aficiones, familia y amigos; incluso puede llegar a abandonar sus estudios o trabajo, si se interponen en su relación.

  • Reclama un sacrificio a su pareja: por lo anterior, va a vivir como una traición que la pareja lleve una vida normal, quede con amigos o familiares y no le dedique todo su tiempo y recursos. Es lógico, teniendo en cuenta el terrible (e innecesario) sacrificio hacia su propia vida personal que la persona ha llevado a cabo; “¡con todo lo que yo te he dado!”. Un sacrificio que no puede ser correspondido, salvo en una relación fusional bastante patológica.

  • Voracidad afectiva: no tiene más estrategia contra el dolor emocional que volcar su angustia en el otro. Cuando recibe atención, siente paz, se calma, pero es una sensación poco duradera. Sucede como con laadicción a una sustancia, cada vez necesita más, hasta llegar a devorar emocionalmente a sus parejas, que se sentirán exhaustas y agotadas.

  • Pánico al abandono: la persona con dependencia va a aferrarse a la pareja en un intento de llenar su mundo interior roto. Perder al otro resulta aterrador, pues le enfrentaría a su propio vacío interior. Van a hiperactivar un sistema de apego dañado, que nunca pudo desarrollarse con normalidad; eso les lleva a reaccionar ante una ruptura (real o imaginada) con el terror de un niño de perder a sus padres. Además, el contacto con la pareja, al ser como una droga, puede suponer todo un síndrome de abstinencia ante la retirada; aparecen ideas obsesivas, ansiedad y fuerte sintomatología depresiva. Todo este padecimiento descomunal desaparece por una simple llamada; por fin hubo contacto, recibió su dosis.

  • Idealización del compañero: el amor siempre pone en marcha el mundo de la fantasía. Muchas veces, la persona con dependencia, no se va a enamorar de la persona real, sino de la imagen que se ha formado de esa persona. En cuanto una persona cumple uno de sus requisitos, ya vuelca todos. El otro se convierte en alguien sobrevalorado, admirado. Pero claro, cuando comienza a conocerle mejor, ya no es la persona de la que se enamoró; “es alguien que viene a hacerme daño otra vez”, y comienzan a surgir las clásicas alternancias de amor y odio.

  • Sumisión y esclavización: la persona dependiente se coloca por debajo en una organización jerárquica rígida. Aquí tengo que hacer un pequeño apunte sobre relaciones tóxicas, y es que la persona que acepta a una pareja sumisa a la que controlar, también trae lo suyo. Ambos comparten un conflicto básico no resuelto con el control, que se traduce en los papeles diferentes que adopta cada integrante (Garrido y Espina). La persona sumisa sufre todo tipo de abusos y humillaciones, intenta satisfacer en todo a su pareja. El otro encuentra satisfacción controlando y, en los casos más extremos, machacando a su pareja. No hablaremos aquí de maltrato, un asunto más complejo que todo esto, en el que el maltratador o maltratadora es una persona enferma, que va a contaminar a su pareja, a menoscabar su autoestima, a aislarla y manipularla, para que se posicione en ese lugar inferior.

  • Miedo a la soledad: la persona dependiente no soporta estar a solas consigo misma. La soledad provoca angustia e incomodidad, les recuerda la idea de que nadie les quiere. Por ello van a estar buscando planes y llamando a cualquier persona para no estar solos, empezando por la pareja. Por otro lado, van a sentir mucho miedo a estar sin pareja. Podemos encontrar personas que llevan toda su vida en la misma relación (probablemente en un insano equilibrio de sumisión y control); pero lo más común es encontrarnos con un encadenamiento de relaciones infructuosas; no sueltan a una pareja hasta tener a otra bien asegurada, o se aferran a la primera persona que aparece tras una ruptura; a veces no encuentran a una persona que quiera quedarse a su lado y comienzan una espiral de relaciones pasajeras y de promiscuidad, como intento de llenar ese vacío.


Un amor basado en necesidades y carencias no va a llenar los agujeros de tu alma. Estar con alguien sólo por dejar de estar solo no va a ser nunca suficiente. Debemos volver la vista hacia nuestro interior. El primer factor que determina una relación de pareja sana, no es otro que nuestra propia autoestima y nuestro autoconocimiento personal.

domingo, 13 de marzo de 2016